El pan con tomate, el pa amb tomaca, es la evolución de la media tostada con aceite. Un manjar por el que directamente ma-to. Ni prisioneros hago. El pa amb tomaca y el gazpacho son las razones ocultas del viaje de Colón a América: descubrir el tomate y sembrarlo en España para mayor gloria de nuestra cocina nacional. La búsqueda de espacias fue una pantalla para despistar a los italianos, que ya no sabían cómo mejorar sus pizzas.
Ahora, y es mi lamento, lo han degradado.Han reducido el placer a una exigencia administrativa, a una nota folclórica para guiris que dará de comer al cuerpo de inspectores del pa amb tomaca. Porque estas cosas empiezan como una ocurrencia para sofisticarse con el desarrollo de reglamentos que dictan la composición del pan, la procedencia del tomate y la proporción en la que se han de combinar. Será como comerse una paella en Mijas.
Que nadie piense que estas salidas de pata de banco son un hecho diferencial catalán. ¡Qué va! En Valencia, hace años, un político simpaticón y dicharachero propuso que se homologase las paellas, se les dotase de denominación de origen y se reglamentaran los productos a utilizar y su elaboración. Por fortuna, el hombre era un friky solitario y nadie le hizo caso, gracia a lo cual en Alicante seguimos disfrutando de mejores arroces que en Valencia.
Las bobadas, ya ven, no tienen denominación de origen. Su origen está en los políticos ociosos y sus asesores desocupados.
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Hola Javir (el gato)je,je,je.
ResponderEliminar¡Viva el Pa i Tomàquet y pernil!
Un abrazo.
He desayunado unos cereales, pero me he quedado con las ganas de prepárame un poco de pa. amb tomaca para comer. Un abrazo.
ResponderEliminarDebo de ser de otra galaxia, no me gusta ni el gazpacho ni el pan con tomate, eso si, confirmo que la paella en Alicante le da mil vueltas a la paella en Valencia ¿la Espe hará lo mismo en los madriles y pondrá el chocolate con churros en los albergues gatunos?
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo del pernil, APU, lo del pernil es para creer que el paraíso está en la tierra. Miau!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Abandónate a la tentación, sheol. Ya lo dijo . Wilde, es la mejor manera de combatirla. Que aproveche.
ResponderEliminarUn abrazo
Jose, ya sabes que el exceso de azúcar es malo para los mininos. No veo a Espe castigando a los gatitos, y más con los recortes.
ResponderEliminarTu buen criterio sobre los arroces te devuelve a esta galaxia.
Un abrazo
Magna glosa al pa amb tomaca, Javir, entre la foto y el primer párrafo entran ganas de comerlo. Lo de la obligación administrativa es cosa de locos, pero nos tienen ya tan zumbados que ni nos inmutamos, ni nos paramos a pensar en la barbaridad despótica y delirante del mismo. Un abrazo
ResponderEliminarOlá Javir! Saudações Literárias...
ResponderEliminarPassei por aqui e achei muito bem cuidado seu espaço. Parabéns!
Um peqeno detalhe de guloso; Pão, Azeite e Tomate vão bem a qualquer hora.
Sempre que eu puder voltarei.
♥ Abraços de Luz.
Hola José Antonio. Delirante, esa es la palabra. Es lo que pasa cuando se desprecia el dinamismo de la sociedad y se confía todo al poder coercitivo del BOE...que surgen los iluminados.
ResponderEliminarUn abrazo
Bienvenido, Fernando.
ResponderEliminarEn mi pueblo dicen que "a la taula y al llit, al primer grit", que en castellano viene a ser "a la mesa y a la cama, al primer aviso". Ciertamente, el pan con tomate, en cualquier momento.
Cuando quiera, esta es su casa. Visitaré la suya. Un abrazo
La primera vez que probé el pa amb tomaca en Barcelona...mmmm que placer (no es un orgasmo ehhh) es que me encantó. Luego en alguna ocasión lo hice en mi casa porque a mi hija también le sabía a gloria bendita, pero no es lo mismo, será por el pan o por los tomates o no se por que, que no me sabe tan bien como en tierras catalanas.
ResponderEliminarUn beso Javir, me has abierto el apetito.
Jajaja, ya me daría miedo que el "bobierno" del Principado haga lo mismo con las fabadas.
ResponderEliminarDarán un libro de instrucciones de como preparar un pa i tomaquet ??? porque da mucha pena ver a un guiri con una rebanada de pan en una mano, medio tomate en la otra, exprimirlo como si de un limón se tratara y viendo que de allí apenas salía nada, hacer lo mismo con 4 mitades, deshecharlas (evidentemente enteras pero sin pepitas) y ponerse una montaña de jamón.
Casi me da un soponcio.
Petonets
jejeje...no eches en saco roto lo del orgasmo, Montse. Hay experiencias culinarias que te dejan en estado de éxtasis.
ResponderEliminarUn beso
Hola Hilda, a mi lo que me da miedo son los inspectores del pan con tomate. Los `tatecs´
ResponderEliminarCon los guiris soy bastante condescendiente, ¿quién no es guiri en tierra ajena?
Un abrazo y gracias por la visita