No hay vuelta atrás.
Doce por doce. Doce horas de luz por doce horas de oscuridad, se han igualado. Es primavera, pero no es suficiente. En un regate al reloj, el próximo fin de semana le arrancaremos una horita más de luz a la noche. Se compensa con la mañana, pero lo importante es la noche. La noche con luz, con más luz.
Minutito a minutito más, llegaremos hasta la noche más corta. La gran noche.
Me sorprende mucho que en época electoral y puestos como estamos a soportar la prohibición nuestra de cada día, nadie haya propuesto, o mejor prometido, que se prohíba el invierno y el otoño, éste último negociable, no sea que se me acuse de extremista. Me decepcionan estos políticos. No tienen ni idea de lo que nos da la felicidad. Es lo que tenemos.
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- En Sevilla brota el azahar. Y en más sitios, pero allí es especial. Cosas de la primavera.
- Desciende un 24% el número de seminaristas. No sé si tiene que ver con al primavera, pero, ¿a que lo parece?
Les dejo con el clásico
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Chapó, con Vivaldi la primavera es como más primavera...
ResponderEliminarLo de los seminaristas no lo tengo muy claro, tal vezalgún día florezcan en los campanarios como el azahar en los naranjos.
Lo que ya me parece lo más de lo más son los peazofashion de zapatos que has puesto en la foto, que digo yo que ni la mismísima duquesa de Alba tiene unos igual.
Bueno que me lio... un besazo y voy a escuchar a Vivaldi de nuevo antes de marchar (un lujo)
¿El cambio de horario ya es la semana que viene? Mmm qué rico, no hay como la primavera aunque con el escenario económico, social y natural que tenemos no será lo mismo pero podemos pretenderlo :)
ResponderEliminarUn abrazo,
Romek
Montse.
ResponderEliminarLos zapatos me parecen absolutamente espectaculares. Solo con verlos ya puedes imaginar qué hay en lo alto: esencia, dulce esencia de una primavera cálida y perfumada.
Besoss
PD.- Creo que los zapatos influyen mucho en la disminución de vocaciones religiosas.
Romek.
ResponderEliminarEl sábado cambian la hora y oscurecerá más tarde. Un regalo. Y tienes razón: el escenario es malo, por eso me permito celebrar con más pasión la llegada de la primavera.
Un abrazo
Y es que la primavera la sangre altera, pero el ser cura ya no mola, antes eras alguien junto con el alcalde y el sargento de la G.civil, ahora no tienes ni impunidad si le tocas el trasero al monago.
ResponderEliminarUn abrazo
Jose: el alcalde, el Guardia Civil, el cura y el médico, no olvides al médico en esta época de alergias y cambios de temperatura. Si el pueblo es chico, vale el boticario.
ResponderEliminarUn abrazo
Ya veo que celebras la llegada del calorcito con unos zapatos muy fashion. Te quedan muy bien, jejeje. Un abrazo.
ResponderEliminarLo bueno de estos zapatos, sheol, no es ponértelos, es probárselos a la Cenicienta..y buscarla
ResponderEliminarUn abrazo