Tiene guasa, y mala prensa. En cambio a mi me gusta, aunque no siempre consiga un martes y trece en junio, julio o, como mucho, en agosto. Martes y trece en verano. Verano. Se nos va. Solo queda una estela agónica y melancólica del verano.
Estos pensamiento me suelen torturar en lugares que no conozco, sitios donde llego sin GPS ni guía Campsa. Hoy es uno de esos días y uno de esos parajes. La fachada de madera, la puerta entreabierta y un lejano burbujeo que pronto identifico como tónica fundiéndose con Gin me han empujado al interior de un local desconocido y perturbador. Consigo leer parte del nombre: El Búho...
Al entrar se pone en marcha una vieja gramola. Clic-clic! Sin nadie junto a ella.
Una canción triste en verano. Es martes y trece, pienso. A mi siempre me ha gustado, no entiendo esta melancolía. Quizá -reflexiono- es porque falta el humo, la gata negra, la mirada paralizante o porque me falta una copa. Le pido un Jack´s Daniels a un tipo que hay detrás de la barra. En vaso pequeño, en uno de esos que se usa para el café cortado; y sin hielo, por favor. El vaso está frío, me está gustando el sitio. Al alejarme oigo al tipo de la barra que le pregunta a un compadre si me conoce; no veo por qué he de conocerle, Thomas; porque eres espía, Jota; anda, déjalo y sírveme un gintonic. El local tiene cuerpo; sí, me gusta. Me acerco el vaso a los labios, agoto el wisky de un trago y...el alma, la veo a través del vaso vacío que aún mantengo a la altura de mis ojos. Bajo el vaso, la miro, me mira.
-¿Nos conocemos, caballero?
-Hemos coincidido en mis sueños, no sé si lo recuerda.
-Hagamos memoria. Soy Ricchi, Margarita Ricchi.
Sí, definitivamente me gustan los martes y trece.
¡EHHHH! A la cola, no puede ser, a ver si va a llegar un advenedizo cualquiera a tirarle los trastos a la Ricchi, cuidadin, que el ex-inspector lleva pistola.
ResponderEliminarUn abrazo
"...hemos coincidido en mis sueños..." Toma ya, grande, Javir. Más la magia explosiva del daniels sin hielo de un trago. My name is Ricci, Maggie Ricci.
ResponderEliminarsaludos blogueros
Buena recreación...
ResponderEliminarCambiando por un Bogart.
;)
Sí que se asemeja a una posible escena de una peli de Bogart. La frase igualmente genial.
ResponderEliminarSi te gustan los martes 13, eres afortunado...en diciembre tienes otro.
Inmejorable ese sueño con la Ricci
ResponderEliminarBesos
Gostei muito de ler um pouco teu blog... seu texto é maravilhoso, e de muito bom gosto.
ResponderEliminarEstou te seguindo, e convido a conhecer meu blog e seguir-me se gostares .
Um grande abraço!
Smareis
Jose, no te preocupes, el intruso era yo y te aseguro que la cosa no pasó de un par e martinis.
ResponderEliminarUn abrao
José Antonio, si pudiéramos tomar un café con todas las visitas que han pasado por nuestros sueños...
ResponderEliminarUn abrao
Gracias, Candela, aunque Bogart solo hay uno. NO he visto a nadie fumar con tanto estilo.
ResponderEliminarUn saludo
aina, gracias por la información.
ResponderEliminarNo es que me gusten especialmente los martes y trece, pero sí me producen cierto morbo...sí, eso es que me gustan...
Un saludo
Hola, Montse. Los sueños ya sabes lo que son, sueños que se pueden convertir en realidad.
ResponderEliminarBesos
Smareis, gracias. Me alegro de que te guste. Me pasaré por tu blog.
ResponderEliminarUn saludo
Hacer memoria en tu blog es todo un placer.
ResponderEliminarBeber de tu capacidad de recrear momentos inolvidables de la mano de M. Ricchi, resulta muy atractivo.
un abrazo, escritor.
Lo que es un placer, Esilleviana, son tus comentarios. Muchas gracias por tus palabras.
ResponderEliminarUn abrazo
Todos sabemos lo que pasa después de un martes y trece, que viene el miércoles y catorce. Haber si me paso por el Búho y conozco a la Ricci.
ResponderEliminarHace un par de horas que entré en este blog a través de otro que te tenia enlazado, no sabría decirte cual, leí varias cosas que me gustaron.
ResponderEliminarAhora vuelvo con calma, escucho la melodia con la voz de la Fitzgerald, me imagino, no con un Jack´s Daniels sino con un Beefeater...y de pronto te veo y te digo,no me molestan los martes y trece y...volveré.
Me he imaginado la secuencia y... bueno...dices que Bogart solo hay uno y yotampoco soy la Ricchi, pero...siempre nos quedará Paris..."
De cine.
infinitas gracias por regalarnos magia y belleza en letras, besinos de esta amiga admiradora.
ResponderEliminarEstoy deseando encontrar el dichoso Búho, imagino ese ambiente que describes a la perfección y pienso que debe ser una gozada tomar allí unas copas.
ResponderEliminarUn abrazo Javir
Alberto, la Richhi es generosa, seguro que se deja invitar.
ResponderEliminarUn abrazo
Anna, siempre he pensado que el París que a todos nos queda para siempre, no es más que una trampa. Donde está el lío es en Casablanca, en el Café de Rick, hijo menor del Búho Bizco.
ResponderEliminarGracias por la visita. Saludos
Ozna, muchas gracias por tu visita y tus palabras.
ResponderEliminarUn beso rendido.
CRD, eso cuentan quienes han estado. Más por la compañía que por la decoración.
ResponderEliminarUn abrazo
y también gracias por tu visita y comentario.
ResponderEliminarun abrazo
El Buho... se está convirtiendo en algo legendario, en algo digno de visitar algún día aunque no me gusten mucho los bares. Besos.
ResponderEliminarP.D. que paso de publicar en Que.es porque han cambiado el sistema de los blogs y si antes era soso ahora es mas.
Martes o viernes 13... da lo mismo un día que otro para levantarse con le pie izquierdo o pasar debajo de una escalera si el día acaba como en tu relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Cris. El Búho es un local polivalente que lo mismo te sirve un gintonic que te prepara un estic tártara. Pensando estoy que queda a tu disposición como laboratorio de tus recetas.
ResponderEliminarBesos
Hola, APU. Aún quedan martes y trece con buena suerte.
ResponderEliminarUn abrazo
Es cierto, eso es la importante: las personas que pueblan y habitan el lugar donde se vive.
ResponderEliminar:)
gracias por tu visita y comentario.
un abrazo