Las navidades son noches de vísperas, noches que le ganan el protagonismo a la conmemoración. Nochebuena para la navidad, nochevieja para el año nuevo. Y hoy, la noche de la gran conspiración
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Las conspiraciones fracasan por el bocazas de turno que se va de la lengua o por la traición de algún confabulado sin alma.
Pero hay una excepción.
Existe una conspiración donde el mutismo en torno a ella es absoluto, donde nadie decente se opone a su ejecución y que además es capaz de unir a millones de personas en el secreto. Y más: todos, alguna vez, hemos participado en ella como participes y como objetivo de la conjura, según el momento. Y otro más: nos encanta.
Por eso y por pocas cosas más, no me creo que sea imposible poner de acuerdo a medio mundo en una causa justa. Porque el complot, claro, es justo y generoso. Será por su benevolencia, será por el divertimento que comporta o por lo que nos reconforta por lo que cada año millones de españoles participamos en una farsa, en una obra de teatro ensayada a lo largo de generaciones que no nos reporta más beneficio que el de la satisfacción personal y el de la felicidad de otros. Es la Gran Conspiración.
Una conspiración que nos cuesta dinero y tiempo. Un enredo en el que los mejores actores son los que quedan en el anonimato. Una comedia que tiene como propósito engañar a los espectadores...
Gallegos, extremeños, vascos, murcianos, canarios, catalanes, andaluces o madrileños. Todos representamos una gran fábula, todos participamos en una gran conspiración de silencio y de ilusión. Todos. Y todos, en el fondo, estamos deseando que la maquinación se ensañe con nosotros...aunque ya no seamos niños.
Políticos, periodistas, concejales de pueblo, el vecino del rellano, la panadera, hermanos mayores, abuelos y padres...todos! Todo humano bien nacido y en edad de merecer sabe que hay poner cara de circunstancias delante de los niños y conversar con ellos, de tú a tú, sobre los magos cargados de juguetes.
Y advierto: si algún depravado degrada la historia a una mera leyenda, que sepa que los reyes, en le mejor de los casos, pasarán de largo o le dejaran carbón.
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Aun me gustaría seguir teniendo esa ilusión, y que todos a mi alrededor continúen conspirando, pero ahora me toca conspirar a mi como, vecino, amigo o tío hasta que venga el mio y aumente un poco la familia. Un abrazo y feliz conspiracion.
ResponderEliminarAdemás aunque tengamos a los hijos ya mayorcitos, me encanta ver la cara de sorpresa de los sobrinos, ja ja si supieran...
ResponderEliminarUn abrazo
jajaja, sí, somos todos una panda de conspiradores, aragoneses incluidos, eh? ;)
ResponderEliminarPues ale, ale, a conspirar un ratito, y que salga bien la cosa, Javir
ResponderEliminarFeliz dia de Reyes.
ResponderEliminarun abrazo.
Hola, sheol. Las conspiraciones, para ser eficaces, han de ser sigilosas...igual han conspirado contra ti sin que lo sepas.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Jose.
ResponderEliminarConfieso que también mi cara es un poema cuando compruebo que no han conspirado contra mi.
Un abrazo
Bienvenida, Isamonalisa de Aragón, gran conspiradora.
ResponderEliminarAragón es tierra de reyes, y donde hay reyes ya se sabe: hay conspiraciones
Gracias por tu visita, un abrazo
Amigo del Pozo, uno ha alcanzado una edad en la que no tiene contra quien conspirar...o sí.
ResponderEliminarUn abrazo, felices reyes
Bienvenido, Ricardo
ResponderEliminarFeliz día, que los reyes sean generosos contigo
Gracias por la visita, un abrazo
Ya me gustaría a mí que todas las conspiraciones tuvieran el fin de mantener las ilusiones de los inocentes.
ResponderEliminarYo siempre digo que los Reyes existen para los que creen en ellos; dejan de creer, dejan de existir.
Un placer volver.
Cierto, Mercedes, es la fe la que los mantiene vivos.
ResponderEliminarEs una alegría que hayas vuelto. Somos muchos los que esperamos el fruto de tu retiro.
Yo este año estoy feliz...los reyes me sorprendieron con un trabajo (y eso que se me había olvidado echar la carta), ainsss si es que son magos de verdad.
ResponderEliminarBesotes Javir
Magos y majos, sí que es verdad.
ResponderEliminar¡Cómo son las cosas, Montse! El trabajo ha pasado de maldición divina (¡ganarás el pan...!etc) a cosa de magos.
Me alegro. Un beso
PD.- La próxima vez echa la carta y di qué quieres y cómo. ¡A saber qué condiciones te han ofrecido!
esta asturiana dio con tu bloc por un casual y como me gusto tu bellisima conspiración se queda de tu seguidora sin esperar ser molestia, un besin de esta asturiana que te da las gracias por compartir la belleza de tus textos.
ResponderEliminarEste alicantino te agradece la visita, amiga asturiana, y te asegura que no es ninguna molestia, más bien es un honor.
ResponderEliminarBesín para ti.
Hola Javir.
ResponderEliminarCreía haber comentado este post pero no veo mi avatar... lo mismo ha sido en Qué! No sé, voy muy despistado. Como en tu blog seguimos en navidad...¡FELIZ AÑO NUEVO! :D
un abrazo
Tienes razón APU, parece que me anclado en la navidad. Hay que ponerle remedio.
ResponderEliminarUn abrazo