jueves, 10 de marzo de 2011

Cómo conocí a Margarita Ricchi

Margarita Ricchi es mi secretaria. Espectacular por dentro y sorprendente por fuera, Margarita es una brillante criminalista, domina varios idiomas y posee una considerable fortuna de la que no hace aprecio. Es hija de un noble italiano que multiplicó su capital en Argentina, donde Margarita adquirió una exquisita educación antes de trasladarse a Venezuela para mejorar sus conocimientos de criminología. Es allí donde nos conocimos. Aznar contrató mis servicios como espía privado para que le echase un ojo a Chavez, un tipo poco de fiar, me dijo el Presidente. Después de seis meses de intenso espionaje redacté un informe para el Presidente Aznar, con quien  había estrechado una dicharachera amistad gracias a  mi probada cordialidad, ¡y ay!, no por la suya; dicho sea esto sin ánimo de crítica hacia el Presidente, que no todos somos de la misma condición.

José, cuidado.
No me fío un pelo del gachó.

Fdo.: Jota. 
(Espía privado con resultados garantizados)

El Gobierno quedó impactado con mi trabajo, y como una cosa lleva a la otra, me encargaron que espiara de cerca a los etarras instalados en Venezuela. Los informes, que no son mi fuerte, se acumulaban sobre la mesa de la habitación de mi hotel. Prefería, les soy sincero, desplegar mis encantos personales en el bar del hotel antes que encerrarme en mi habitación para redactar historias que el Gobierno ya conocía; tengan en cuenta que hablaba a diario con José María, de nuestras cosas, pero siempre comentábamos algo sobre Venezuela. Una noche, mientras instria al camarero cómo preparar un gintonic como dios y yo mandamos, se acercó Margarita hasta la barra y pidió un Martini Hemingway, corto de vermú y largo de ginebra. Tres gintonics y cinco Martinis Hemingway después -los espías privados trabajamos rápido- ya nos habíamos contado nuestras respectivas historias y Margarita se había ofrecido para redactar los informes que tenia pendientes. A la mañana siguiente le ofrecí trabajo como secretaria. 



Aceptó. A sus cuarenta años no confirmados, Margarita nunca había tenido un trabajo de mesa y horario, circunstancia ésta que me advirtió. No importa, le dije, aprenderás. Lo sé, me contestó, pero impongo una condición innegociable: no cobraré; tengo suficiente dinero como para  jubilarte en una isla del Caribe. Acepté.

Esta es la pequeña historia de cómo conocí a Margarita Ricchi, una mujer que trabaja sin cobrar y ha publicado tres libros sobre criminología aprovechando que apenas tiene trabajo en mi oficina. La mujer, en fin, que ha sido la causa de las constantes visitas de mi amigo Goran - un mafioso albanokosovar de éxito asentado en la Costa del Sol- al Búho Bizco. Gran decepción. Pensé que venia por la amistad que nos une, pero no. Esta ya es otra historia. 

21 comentarios:

  1. Ej que, Javir, a una secretaria así se le toman al menos las huellas, seguro que Goran ya se las tomó. Abrazos

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  2. La jefa de RRHH de mi empresa se tira de los pelos, ¡eficiente,instruida y no cobra! una joyita vamos, seguro que da mucho juego.
    Un abrazo

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  3. Me gusta la visión de la vida de la Ricci :), acceder a un trabajo no remunerado(porque encima estas forrada) despues de 5 Martinis Hemingway, es muy del estilo de Oliwia Berlinski, aunque ella es adicta a los chupitos de Bourbon, Jack Daniels para ser exactos,John Daniels para ella.
    Ah! por cierto, alguna vez ue otra también me subo a una BMW :)
    Saludos, ha sido un deleite leerte.

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  4. Qué rabia me ha dado Margarita. Tanto dinero y se pone a cumplir un horario. Es que Dios le da pan a quien no tiene dientes ejej
    un abrazo

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  5. Uhm...ese comentario de Eurice no sé si me convence. Los que se suben a una Harley ceden ante otras marcas?

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  6. Oye Dubczek, mi poder es infinito, tú me lo otorgaste como éter, y sino hay Harley a la vista siempre puedo buscar una victima ue posea una moto de otro marca :)
    Javir, disculpa este dialogo ;)
    Saludos!

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  7. Tranquila, Eurice, me estoy aficionando a las motos y toda información es buena.
    saludos

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  8. Amigo del Pozo, siempre sospeché que entre Goran y Margarita había más que taquigrafía.

    Un abrazo

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  9. Jose...ni por todo el oro del mundo te la traspaso...bueno, por todo el oro del mundo...ya hablamos!

    Un abrazo

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  10. Romek, lo importante es hacerlo voluntariamente. Así tiene a su jefe, ¡en un ay!, que cuando quiera se va.

    Un abrazo

    PD.- ¿Siempre mejor una Harley?

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  11. Hoy te descubrí.
    Te Encontré.
    Regresaré a leer tus otros posts.
    Alicia

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  12. Bueno, bueno!!, no entro en ese debate. Paso solo a saludarte.
    Con ternura
    Sor.Cecilia

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  13. Una vida muy intensa e interesante la de los espias. Un abrazo.

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  14. Hola Javir. A mi me gustaría tener ese dinerillo y hacer lo que me plazca, seguro que encontraría cosas muy distintas y mas entretenidas que hacer de secretaria, fuera cual fuera el horario. Besos.

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  15. No hay nada mejor en esta vida que trabajar por placer.
    Besote bien grande J.

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  16. Hola Javir.
    Si hay que trabajar que sea en algo que te llene y si encima no necesitas cobrar mejor!!
    Un abrazo

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  17. Alicia María,gracias por la visita. Me paso por tu `casa´
    Un saludo

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  18. Sor Cecilia, gracias por la visita y el saludo.

    Un saludo para ti.

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  19. Sheol,no te vayas a creer, que una cosa es la vida del espía de plantilla y otra la del espía autónomo.

    Un abrazo

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  20. Montse, ¡qué razón tienes!. Tanta que trabajar por placer ni siquiera da trabajo

    Un beso

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  21. Apu, ese el ideal que todos buscamos...y tan pocos encuentran.

    Un abrazo

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