lunes, 28 de marzo de 2011

Goran, 1ª Epistola

No sé si recuerdan a Goran, un albano-kosovar con vocación de mafioso que ha hecho carrera en la Costa del Sol. Y también un culo inquieto. Hace tiempo que no sabía nada de él hasta que esta mañana, Margarita Ricchi, mi secretaria, me ha buscado en el Búho Bizco para entregarme un fajo de sobres con el remite de Goran Langeneke. Junto al remite aparece un número ordinal, y un servidor que lleva a gala tener grabado en el ADN su vocación de espía, pronto he averiguado que los sobres tienen un orden. Busqué el 1º y lo abrí. Es una carta manuscrita de Goran que me ha sorprendido por su tono y por su contenido.

En fin, que Goran se va!

Querido J.
Es la rutina, hermano. O a mejor decir, es mi cansancio de ella lo que me ha empujado a plantearme una vida de peregrinaje. He observado que no me lo has preguntado, pero como te conozco mejor de lo que lo hizo la madre que te parió, atribuyo tu silencio y tu aparente ausencia de curiosidad al proverbial sentido de la discreción que te adorna desde la niñez, antes que achacarlo a una impensable dejadez de interés por mis cosas, que también son las tuyas. O eso espero.


Como ya te digo, prudente amigo, la repetición de rostros, lugares y conversaciones provoca tal tedio en el alma que si no andas presto puede abocarte a malos hábitos como lo es la ingesta de alcohol sin medida o la búsqueda de aficiones aún más dañinas. Con eso y todo, como bien sabes, yo me puedo considerar afortunado al haber regentado locales con mucho tráfico de gentes varias y con innumerables oportunidades para confraternizar con gentiles y hermosas damas. Pero, como ya te he contado en otras ocasiones, mi inclinación por la soledad y la autonomía me desencaja en una vida social desganada en sumo grado.


Te cuento estas intimidades, que para ti no deben de serlo amigo J, porque me ha parecido adivinar en tu aparente desinterés por mi vida una provocación para averiguar si es un revés de amores lo que me empuja a una vida de peregrinaje cual feriante en meses de verano. Que sepas, fisgón amigo, que si bien es cierto que la mujer a la que no empujas acaba por empujarte, en este mi caso es una suma de acontecimientos los que aconsejan mi retirada; retirada que no será tal donde esté, pero sí donde estuve.

Esta es parte de mi vida misma, que no mi confesión, qurido J, y la otra parte que no te cuento porque esta carta se ha prolongado en exceso, la irás conociendo a medida que mi ánimo así me lo aconseje.



Un abrazo. Goran.




Les aseguro que las cartas de Goran son tan noveleras como su propia vida. Es posible que cuente verdades, pero no sé si cuenta la verdad 

.

12 comentarios:

  1. A mi me gusta la rutina, vivo de la rutina y ver caras conocidas todos el tiempo me tranquiliza. Gran Goran. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. La rutina nos envuelve, y al fin y al cabo es nuestro día a día.

    GRAN HISTORIA

    ResponderEliminar
  3. Yo detesto la rutina pero no se como librarme de ella. Si alguien propone alguna aventura...
    Besos

    ResponderEliminar
  4. Sheol.
    La rutina, en el fondo, es lo que garantiza los planes de pensiones

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Ladrón de Palabras, la rutina, más que envolvernos con suaves sedas, nos rodea con sospechosas intenciones.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Montse, seguro que el inconformista Goran tepuede proponer alguna excitante aventura. Lo que no sé es cómo acabaría.

    Besoss

    ResponderEliminar
  7. Te invito pasar por mi casa de letras para recoger un premio y de paso, si te apetece, seguir la cadena de un cuestionario. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Excelente prosa la de Goran, muy impregnada de un sentido melancólico y sabio. Eso sí la visión dicotómica de la mujer a la que no empujas acaba por empujarte, no sé si es resignada o sarcástica. Buena carta en la manga, sí señor.
    Saludos blogueros

    ResponderEliminar
  9. Gracias, sheol. He pasado y lo recojo con gratitud y emoción.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. José Antonio, no he llegado a la resignación, es pura observación. Pero todo se andará.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  11. Seguro que vuelve,todavía hay mucha tela que cortar, y en cuanto al alcohol, que se fijke en el inspector, el alcohol le conserva joven y lúcido.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  12. Hola, Jose.

    Supongo que volverá. Todos volvemos,¿pero cuándo?

    Un abrazo

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...