miércoles, 11 de abril de 2012

Naco

A las tres y media de la madrugada del Domingo de Resurrección me despierta la niña: el gato Naco ha dejado de respirar. Acababa una agonía que duró todo el Sábado de Gloria.

El gato Naco era una gato de interior: educado, discreto, limpio e inteligente. No era la alegría de la huerta, cierto; tampoco era muy mayor, cuatro años. Conquistó a la niña, tanto que ella se quedo, acurrucada para no molestar, a sus patas. Hasta que murió.

A la mañana siguiente, temprano, mientras la Virgen se "encuentra" con su Hijo resucitado, la niña me acerca una azada: porfa -me dice- cava un hoyito, hay que darle tierra. Le dimos tierra.

A la hora del ocaso, como quien no quiere, me acerco al "hoyito". Hay flores, unas margaritas amarillas sobre la lapida que dejé caer para saber dónde. Tuerzo el gesto, no lo puedo evitar.

He sorprendido a la niña mirando absorta el lugar donde Naco, el gato Naco, solía. Tuerce el gesto, no lo puede evitar.




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14 comentarios:

  1. Hola Javir.
    Ostras! Lo siento pobre felino se ha marchado muy jovencito, cuatro años de felino equivalen a 35 años humanos. Yo tengo en el trabajo uno que lo he criado desde chiquitin,vive libre por el recinto y los jardines, ahora debe rondar esa edad... es muy cariñoso y estoy convencido que me faltaria algo si no viniera a "saludarme" jugar un rato.
    Por mucho que no fuera "la alegría" de la huerta, Seguro que se va a echar de menos su presencia.
    Un abrazo

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    1. Se le echa de menos, APU, sobretodo mi hija.
      Lo bueno de los gatos es que no molestan; viven su vida sin meterse con los demás.

      Un abrazo

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  2. Que pena, el mío murió el año pasado. No me importaban sus cosas, los gatitos son así, a su manera..

    Lo hecho también de menos.

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    1. Es verdad que los gatos "son así", y eso es lo que me gusta de ellos, su individualismo y que viven a si aire.

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  3. Que penita, me acuerdo de un relato tuyo que protagonizó y que llevaba la misma foto. Besos.

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  4. Que Naco sea bien recibido en el cielo de los gatitos. A lo largo de mi vida muchas mascotas han quedado en el camino, aunque no por ello dejo de sentir su falta y en ocasiones vuelven a mis recuerdos haciéndome esbozar una triste sonrisa.
    Un abrazo Javir, os acompaño en el sentimiento a ti y a tu hija.
    Después de casi dos meses de ausencia es un placer volver a recorrer los blogs amigos.

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  5. Me sumo al pésame. Sé lo que es perder a un animal querido. Espero que después de estos días esté mejor la niña. Un fuerte beso para los dos. Ojalá muchas personas fueran como los gatos, discretos, independientes y poco molestos.

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    1. En muchos aspectos, los gatos son un ejemplo.

      Gracias, Donaire. Un abrazo

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  6. De verdad que te entiendo, sé lo que sentías por Naco, en diceimbre también se me murió Ron añadiendo un poco más de depresión a mi cuerpo o alma, no sé donde mora, algunas personas amamos "demasiado" pero hay seres que se lo merecen y te devuelven ciento por uno.
    Un abrazo

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  7. Entre otras me parece particular el nombre: Naco. Dos vocales abiertas y dos sílabas. Yo nunca tuve mascota y ya, a estas horas, ya no tendré. Sin embargo, tuve la oportunidad de tener que vivir durante unos meses en Costa Rica en una casa en donde habían dos perros y una gata. Ha pasado ya poco más de un año y aún pienso en ellos. En sus características, en sus, digamos, personalidades. Era muy bonito cuando, al llover, se entraban a la fuerza a mi cuarto, no sé si a que yo les diera compañía, o dármela a mí.

    ¡Un abrazo!

    F.

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