lunes, 28 de junio de 2010

Comprar una Isla

Es el gran proyecto de mi vida, esto es, mi gran frustración: comprar una isla. Ahora Grecia es un mar de oportunidades. Las hay a precio de ganga, dicen. Concepto relativo este de `ganga´: desde dos millones de euros.


¡De haberlo sabido antes!

Comprar una isla no es un capricho, es un proyecto participado por  una abultada cuenta corriente y una ilusión, que es lo que es la vida: una ilusión. Esta no me faltó. La cuenta corriente, la otra ilusión, esa nunca la tuve, o si la tuve fue en exceso corriente, y ya se sabe que comprar una isla es cosa de cuentas muy especiales.

El caso es que me quedé sin isla como España se quedó sin Cuba. Y aquí andamos los dos, España y yo, sin isla ajena ni cuentas propias esperando no tener que vender las islas propias por cuenta ajena. Que todo puede ser, hasta que una isla, no de dos sino de veinte millones, nos parezca una ganga.


Hasta entonces, o mejor hasta pronto, un saludo y feliz semana

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