Pues ya están aquí.
Han llegado las cabañuelas, la Santa Compaña que nos anuncia el final del verano. Nos visita y no la queremos ver, la ignoramos pero ahí está, a la vera del mar, en la montaña, en las terrazas y en los paseos estivales. Los más prudentes las observan y aplican su cuadro de equivalencia para saber qué tiempo tendremos a lo largo del año.
No deja de ser un uso práctico de una fatalidad.
Hay otros indicadores: la merma de luz, la tristeza de un calor que golpea sin misericordia porque sabe que son sus últimos coletazos, el primer contingente que regresa de vacaciones, los anuncios de la `vuelta al cole´, el remate de las rebajas, los primeros escaparates de otoño...es la cuenta atrás.
-¡Otra cañita, que estamos en verano!
Falso. Estamos rebañando el verano, ¡y que no quiero verlo!
Felices cabañuelas
Nota.- Ha amanecido nublado en Alicante. Eso marca.
Hola Plinio.
ResponderEliminarEs inevitable... no acabamos el verano y ya nos están vendiendo la loteria de navidad.
un abrazo.
Perdón Javir me equivoque al saludarte en mi anterior comentario
ResponderEliminarjajajaja.....es el problema de la doble personalidad.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por la visita