viernes, 14 de enero de 2011

La faena que nos hicieron Viriato y Curro Jimenez

Viendo la serie `Hiapania´, la de Viriato, me he acordado de `Curro Jimenez´, el bandolero. Van de la mano. Los dos se han echado al monte y viven escondidos en cuevas desde donde reclutan incondicionales y rufianes para asaltar caminos y sopapear a los forasteros. Así nos luce el pelo.

Viriato y Curro Jimenez se emplearon fondo para expulsar de la península a romanos y franceses respectivamente. Es como si hoy nos liáramos a puñetazos con los americanos-usa o los alemanes. O con el chino.  Es ese subidón patriótico que tanto nos ciega.

Los griegos habían bautizado a la península con el nombre de Iberia, que es bien bonito, pero los romanos de la Roma antigua -clásica, dicen ellos- llegan y la rebautizan. Desde ahora la llamaremos Hispania, por la de conejos que hay, dicen que dijeron. Para mi que es pura leyenda, pero vale.  La verdad verdadera es que los romanos llegan con sus legiones, sus armas, sus estrategias militares, sus generales, sus ansias de expansión imperial, imponiendo su organización política, social y territorial...y con sus ingenieros, su lengua, sus leyes, sus filósofos, sus literatos, sus artistas, su orden social. Con su cultura. Hispania -el termino Iberia solo cuajó muchos años después, cuando se inventaron los aviones-, no lo olvidemos, andaba cortita de una cultura propia y original. Un páramo si lo comparamos con Roma.



Ahora Napoleón. Que sí, que el astuto general quiso pasearse por España como un señorito por su cortijo.  Pero ahí estaban los Curros Jimenez copiandole al caudillo Viriato la guerra de guerrillas, en el fondo una chapuza que consiste en  golpear y echa a correr y que milagrosamente lograba descolocar a los invasores.  Bien distintos son los ejércitos napoleónicos, todo organización y compostura. Ejércitos que  traían leyes, ideas de libertad, igualdad y fraternidad gestadas en la Revolución local. La modernidad.  El caso es que nos convertimos en un calvario para los gabachos y al final se largaron.



Aquí quería yo llegar: Somos unos prepotentes y unos desagradecidos. Tenemos vecinos que nos quieren civilizar y nosotros nada, a gorrazos con ellos. Nos deshacemos de los civilizados romanos y nos quedamos con los visigodos. Nos libramos de los racionales franceses y `deseamos´ a Fernando VII, el  rey  felón. Para mi que romanos y napoleónicos nos dejaron por imposible y se largaron sin querer saber nada de nosotros. Ni el jamón que se llevaron.

Total, que después de que los romanos dieran el portazo nos meten mano los bárbaros, que como su propio nombre indica no eran un ejemplo de finura y cortesía. Y después de largar a los gabachos enfilamos un S. XIX repleto de guerras, golpes y contragolpes que parece no tener fin.

¡Hay qué ver cómo somos! Paecharacorrer!!


Aclaración: Que mire usted, que a lo que yo me quiero referir es que está muy bien poner en la frontera a los sinpapeles, pero que hombre, que no está de más quedarse con lo bueno que traen en las alforjas. Los moros, sin ir más lejos, en los años 70 llegaban a la Costa del Sol forraditos de petrodolares y nosotros, hábiles comerciantes, se los expoliábamos a cambio de una figurita de Lladró. Y tan contentos.

PD.- De los moros, otro día.

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6 comentarios:

  1. ¿Figuritas de Lladró? Jajaja. Buen texto, tiene un toque malicioso y sátiro que me encanta.

    Besossss.

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  2. Algunos capítulos, los primeros, creo, de Curro Jiménez, ahora que los pones tú ahí, esa música, ese paisaje, esas galopadas, vistos en la tele de. hoy, canela en rama.
    Estoy con Aniki: te felicito por la lograda coña marinera que te gastas con los romanos y tal.

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  3. ¡Si señor! ahora lo que queremos es que vuelvan los bárbaros el norte, que seamos invadidos por las hordas de los hunos lideradas por la señora Merkel y nos conviertan en una provincia suya, gracias a su bienhacer eliminaríamos el paro y nos libraríamos de politicos infames, aunque vengan turcos como inmigrantes.

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  4. Hola, Aniki.
    La capacidad para consumir figuritas de Lladró es lo que distinguía a un árabe de un moro. A más Lladró, más árabe.

    Besos

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  5. Amigo del Pozo, tengo para mi que el último coletazo del bandolerismo ha sido "El Dioni". Lástima que le faltase nombre; más redondo hubiera sido que se le conociera como `Dionisio de Fuencarral´. Un pelotazo.

    Un abrazo

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  6. Jose.
    La invasión silenciosa no viene de Europa, nos llega de China. El chino que nos visitó hace poco se ha liado a comprar "deuda" y ya nos tiene pillados de los cataplines. Pero la deuda, no lo olvidemos, la hemos generado nosotros.

    Un abrazo

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