martes, 29 de mayo de 2012

El día que le ordenan a Goran pasar la ITV

Desde la noche en la se descubrió que Margarita Rcchi es hija del alcalde y que tiene proyectos de boda, Goran, mafioso en proceso de rehabilitación, ha estado desaparecido. Hasta anteayer que recibí la primera de las tres cartas, a razón de una por día, relacionadas con problemas de salud del albanokosovar.
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La primera. (las otras dos, día a día)


Querido Jota:


Tú que eres hombre de aprensiones médicas me vas a entender.
Unas placas rojas que pican como demonios y una presión dolorosa a la altura del pecho me han aconsejado visitar al médico; cosa que he hecho con el miedo metido en el cuerpo dada mi condición de albano kosovar y mi pasado mafioso. Curiosamente mi antiguo trabajo ha sido como un pasaporte en regla; así me lo ha dado a entender una elegante señorita que recibe  a los aspirantes a pacientes: pase, caballero, estamos acostumbrados, me dijo. Ya luego, los de la SS me dicen que me han cambiado al médico. No, no era médica. Creo que aquí no las hay más allá de la enfermería. Le explico a mi nuevo médico lo de las placas, lo del dolor y que todo esto no es nuevo. Hace más de 20  años que conozco mis dolores. Debe de tratarse de una alergia, le explico intentando acortar la visita en un afán por colaborar con los recortes del Gobierno. Me ausculta, me toma la tensión y me somete a una interrogatorio inquietante:
-¿Fumas?
-Sí, señor
-¿Desde cuando?
-Desde que tuve edad para entrar a las discotecas 
-Has pensado en dejarlo
-No
-¿Cuánto fumas?
-Un paquete dos días. En jornadas normales
-¿Cuándo te fumas el primer cigarro del día?
-Después del desayuno. Póngale una hora desde que me despierto.


Deja el interrogatorio y pasa a las observaciones:


-La tensión está al limite -¿no había otra expresión?, pienso sin decirlo
-¿Al límite de qué? -esto sí lo pregunté
-De la normalidad.  -no insistí para no parecer estúpido, pero me quedé sin saber a qué se refería con lo de la `normalidad´
-Te vas a tomar tres días la tensión
-Vale, tengo un aparatito que...
-Nada de aparatitos. Aquí, con un enfermero y un informe.
-¿Algo más?
-Una analítica.

Te juro, amigo Jota, que he oído hablar mucho de las analíticas pero no recuerdo haber visto ninguna. Pensaba que era una leyenda médica. Pero no, no lo es; la enfermera me ha provisto de un botecito para la primera meada del día sin ponerse roja, lo que me lleva a pensar que es algo habitual. 


-Lo de mis placas y mis dolores, Doctor -le recuerdo
-Sí, eso puede ser una alergia. Te ordenaré -¡que manía con ordenar, se creen capitanes de fragata!- una pastilla cada noche durante ochenta -¡ochenta!- días. Para empezar.
-Pero si esto se me va sólo. Fíjese usted que ayer lo tenia todo encendido y salí de la casa y se me paso.
-Hay quien se queja de que las pastillas producen sueño, pero no es verdad. -¡vaya el caso que me hace!
-Resumiendo: mañana te acercas para la analítica, pasado para la tensión, luego ya te daré instrucciones.


Ya entenderás, hermano, que he salido más intranquilo de lo que he entrado. Lo malo es que tengo que entrar más. 


Con la confianza de que la consulta de mi médico no se convierta en mi nuevo hogar, recibe un fuerte abrazo de tu amigo,


Goran.

6 comentarios:

  1. algunos excesos se los cobra el médico

    un abrazo

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    Respuestas
    1. Si son excesos de vida, bienvenidos sean. Si son excesos de años...

      Un abrazo

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  2. Lo lleva crudo el amigo Goran, los medicos son como los mecánicos, una vez caído en sus garras te buscan la avería.
    Un abrazo

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  3. CIERTO. lO MALO DE IR AL MÉDICO ES QUE SIEMPRE SALE QUE TIENES ALGO. nADA SE ESCAPA A UNA BUENA ANALÍTICA CON DESPISTAJE DE t.a JEJE....

    ¡Uy! En mayúscula todo...Qué "mono queda"..

    :P

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    Respuestas
    1. Lo malo no es que el medico te diga que tienes algo. Lo malo es que lo tengas

      Un abrazo

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