jueves, 14 de octubre de 2010

Desperté sin autoridad

Me pasó hace mucho tiempo, lo recodé ayer, lo confieso hoy: me dormí sobre el teclado de mi ordenador. A medía tarde, en la hora de nadie. Luego desperté, y no sé por qué. Dormía profundamente; sin frío, sin calor; sin malos sueños, sin buenos sueños. Solo dormía, sin molestar, sin que me molestaran. Me desperté y aún no sé porqué.



El despertar fue extraño. Primero me di cuenta de que estaba dormido, comprobé luego que me iba despertando poco a poco. Entonces se agitó mi conciencia de ciudadano responsable, algo no cuadraba. No sabia dónde estaba ni de dónde venía; era incapaz de saber en qué posición me encontraba o qué había a mi alrededor. No tenía sensación de espacio o tiempo. Fue entonces cuando decidí, con pasmosa lucidez, pasar del sueño a la vigilia. Incluso me hablé:

-Tranquilo, debes de estar despertando. No sabes si te podías dormir, no tienes consciencia de dónde, cómo y por qué estás como estás. Ahora, cautela; lo mejor -juro que me lo dije- es que vayas espabilando tranquilamente, sin sobresaltos. No sabes -me decía- qué te vas a encontrar cuando despiertes del todo, ignoras si te has de excusar y necesitas tiempo para pensar una explicación...

Despacio, con prudencia extrema fui recobrando la consciencia, abrí los ojos lentamente, sin reconocer lo que me rodeaba, con miedo. Finalmente miré tímidamente la habitación, mis cosas, hasta mi cuerpo. Conseguí ordenar mis ideas, situarme y comprobar con alivio que no había nada extraordinario. Eso creía.

-¡Qué decepción, papá! Te tenía por un superhombre y veo que también tienes debilidades.

Era mi hija, a mis espaldas, no podía ocultar una sonrisa pícara. Dio media vuelta y salió feliz de la habitación.

--------------------
Desde entonces, ¡poca miseria!, cuando le digo a mi hija eso de "yo, a tu edad", me parece adivinar una sonrisa guasona en sus labios. 
Es tan frágil la autoridad...

.

14 comentarios:

  1. A mí todavía no me ha pasado, pero dale tiempo al tiempo, lo que más temo es que me pueda pasar eso mismo... pero en el trabajo.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Hola Javir.
    El pasado es el futuro de nuestros descendientes.
    ----------------
    Eso es una proyección astral (o viaje astral)....aprovecha!!! la pasta que te vas a ahorrar viajando a todas partes... si vienes por aquí avisa antes para que me duerma porque eso solo funciona en el septmo sueño...je,je,je.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. "En la hora de nadie", wonderful, Javir. A veces la vida es sueño, y otras el sueño es vida, y unas pocas el sueño (placidísimo) de una tarde de otoño. No sé si no me he liado un poco. Saludos

    ResponderEliminar
  4. No te preocupes, la Vida es sueño,.... y algunos todavía no nos hemos despertado.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Hola Javir. No te preocupes mi generación a tu edad no se si estará en tan buenas condiciones. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. ¿Acaso no es bueno o positivo que los más pequeños adquieran conciencia de la fragilidad de los mayores? Quizá así nos respeten un poco más y nos hagan más fácil la vida, porque yo no creo en la tiranía ni en la autoridad. Luego pasa lo que pasa, que el ave aprisionada echa a volar desesperada, y es en la desesperación cuando las alas se quiebran.

    Besosssss.

    ResponderEliminar
  7. Hola, José Antonio.
    Cuando nos dormimos en el trabajo es que el trabajo no vale la pena. ¡Ay!, pero es necesario.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  8. Hola, Apu.
    Los viajes, ¡bien despiertos!. No hay que perderse nada. Cuando vaya por ahí te avisaré para no dormir ni mijita.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Hola José Antonio.
    El sueño es una vida-trampa que si nos engancha convierte la vida en un sueño. Más o menos.

    Gracias, un saludo

    ResponderEliminar
  10. Hola, Josito.
    NO sé si eso es malo o es bueno. De verdad que no lo sé.
    Un saludo y gracias por la visista

    ResponderEliminar
  11. Hola sheol...desde que, hace años, es verdad, un chaval me habló de usted en un ascensor, "¿a qué piso va, señor?, no me he sentido tan mayor...
    ...cómo es eso de que no estamos mal para la edad que tenemos....jajjajaja. Vale, ya llegarás.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  12. Hola aniki.
    No solo es bueno, es inevitable que adviertan las debilidades de "sus" mayores.
    Ventaja que les llevo, yo conozco las debilidades de "mis" menores.
    Ley de vida, supongo.

    Gracias por la visita. Un saludo

    ResponderEliminar
  13. Tu hija se fue feliz de la habitación porque su padre era maravillosamente humano.

    ResponderEliminar
  14. Gracias, Neo, ese es mi consuelo...y mi esperanza.

    Un saludo

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...